sábado, 16 de febrero de 2013

III Duatlón Cross de Valdemorillo 2013

¿Voy o no voy? Esta era la pregunta que me hacía una y otra vez. Desde que tengo la bici de carretera, hace ya cuatro mesecitos, la bici de montaña sólo la he cogido en una ocasión. Pero el año pasado me estrené en duatlón en el Ducross Series de Villaviciosa y me encantó. Así que sin más preguntas e inquietudes me inscribí en la que sería la primera prueba deportiva de este año 2013. También sería un buen primer test para exprimirme un poquito y así acostumbrar al cuerpo al cambio de disciplina deportiva en competición, o sea con las piernas tocaditas.

        El domingo 10 de febrero, acompañado por mi familia, pongo rumbo a Valdemorillo. Bueno, esta vez, también venía con nosotros un pequeño puntito lleno de vida, el cual ya contaba con los latidos de un corazón aún diminuto, pero grande a la vez, y tan lleno de luz como el mismísimo sol.

        El ajetreo de coches, bicis y gente en el lugar de la prueba es abrumador. Estamos en un polideportivo de la localidad de Valdemorillo el cual se encuentra bastante alejado del pueblo, en la carretera que llega a El Escorial en un precioso entorno de auténtica naturaleza con preciosos rincones verdes por todos lados, y al fondo, si alzas la vista al norte, mi sierra de Guadarrama, esta vez liderando bastante de cerca, y en lo alto, las cumbres de Las Machotas. 
        
        Somos 600 inscritos en la prueba, y es que, tal y como escribí sobre el duatlón de Villaviciosa, este circuito de Duatlones Cross, enganchan mucho. La organización es excelente, los rincones para su celebración son muy acertados y el kilometraje a realizar es apto, para, casi, cualquier deportista, si bien, cada uno en su sitio, físicamente hablando. Así pues, saco la bici del coche y material necesario para dejar en boxes. Primero paso a retirar el dorsal y chip y desde aquí a dejar todo preparado en dicho lugar. Hay gente que calienta en la bici, otros corriendo desde bien prontito, algunos en boxes ya preparando todo para los pasos por él, etc. Una vez dejo todo en su lugar, bici, casco y zapatillas, me voy al coche a vestirme tal y como voy a competir y así empezar a calentar algo. La mañana es fría, toda la semana ha estado soplando un viento helado que ahora ha cesado algo, pero que no por ello la temperatura del termómetro ha ascendido tan siquiera un poco. Empieza mi calentamiento y primera parada entre unos grandes bloques de granito, mono fuera, pis de rigor, mono al pecho y a seguir calentando. Me meto en la pista de atletismo, lugar que la mayoría de participantes ha escogido para calentar y me encuentro con un compañero de equipo, Rojas.
En la pista de atletismo esta situada la línea de salida, tendremos que dar una vuelta completa y a mitad de la segunda saldremos de la zona polideportiva para no dejar el campo en toda la prueba salvo para entrar a boxes en las dos transiciones de las que consta todo duatlón. La meta, igualmente, esta situada en la pista. Rojas y yo charlamos mientras calentamos y poco a poco se acerca la hora de empezar. Nos vamos acoplando entre la muchedumbre, más bien por la parte delantera. Mi intención es intentar entrar en los dos números, o sea de los cien primeros, a partir de aquí ya quedarías en el puesto tres cifras, el 100, el 101, etc.. cosas mías, vamos. No quiero que me pase como últimamente en las carreras en las que he participado que me pongo muy atrás y luego cuesta dios y ayuda adelantar posiciones.

        Al grito al unísono de todos los participantes en la cuenta atrás de los últimos diez segundos se da la salida. Una vuelta completa a la pista, vamos cogiendo ritmo y ya hay que adelantar a gente. También me adelantan a mí, claro. Me veo bien posicionado, mucha gente delante, pero mucha más detrás. Estoy deseando pisar el campo. Ya estoy en él y enseguida vendrá una buena cuesta abajo sin camino señalado, campo, solo campo, como a mí me gusta, y con mucha piedra suelta, además piedras grandecitas que habrá que saltar y esquivar. El recorrido lo hice unos días antes cuando me acerqué a reconocer el terreno por el que iría la prueba. El ritmo es alto y bajando me embalo mucho por lo que tengo que saltar, agacharme y esquivar ramas y piedras continuamente, pero me gusta, es divertido, la montaña me tira mucho, no tanto en BTT. Tras la bajada, casi sin llano, empieza la cuesta arriba para llegar a la altura de la puerta de la pista de atletismo por la que hemos salido hace poco rato y en este punto empezar la que sería la segunda y última vuelta. Segunda vuelta y me encuentro muy bien, sigo a lo mío y entro en la pista cruzando las ocho calles para acceder al césped del interior donde están los boxes. Me quito las zapatillas, me pongo las de la bici, casco, cojo la bici y a correr. En la línea señalada salto sobre ella y a dar pedales. El recorrido es para pedalear poco, o eso creo yo. Al igual que la carrera a pie, la mayor parte del circuito es por terreno sin caminos propiamente dichos. Hay un par de subidas duras. La primera más larga, pero más tendida, casi toda sobre césped con mucha curva, y la segunda más empinada y con mucho agujero. Las bajadas, bueno, en particular en una, hay que tener algo de destreza. Hay que pegar saltos continuamente y esquivar agujeracos para no caerte. Y como colofón final a la bajada hay que atravesar un arroyo con bastante caudal, éste no será el único. En la segunda vuelta y bajando esta cuesta de la que hablo, doblé a un corredor. Al pobre no se le veía muy diestro en el tema de la bici de montaña y bajaba claramente por el lugar equivocado. Lo pasé por la izquierda y nada más pasarle le oí decir en alto, casi gritando:¡ay, ay, ay! Acto seguido un fuerte estruendo me hizo presagiar lo sucedido. Miré como pude hacia atrás y vi al chico cayendo cabeza abajo y la bici dando vueltas tras él. Justo en aquel lugar y antes del arroyo había gente de la organización que enseguida le prestaron ayuda. Seguí con lo mío, no sin pensar en aquel chico durante un rato. Pasé el arroyo, el siguiente arroyo, subí las cuestas, esquivé las ramas y las piernas se empezaban a acalambrar. A mi mente volvía aquel día en el Duromán de Ajalvir donde el dolor de piernas tras la bici era tan grande que no pude hacer otra cosa que pararme en seco. Con todo ello por fin completo las dos vueltas de las que consta el circuito de bici. Han sido 16 kilómetros y llego de nuevo a la pista de atletismo. Atravieso las calles y corro por el césped en busca de mis zapatillas para correr. Cuando estoy agachado poniéndome una, noto que se acalambra el gemelo. Estiro la zona durante tres segundos y me voy. Corro y me da un tirón en los dedos de los pies, en el derecho concretamente, no puedo correr bien y esto perjudica a mi maltrecho gemelo. Las distancias de este tipo de duatlón parecen pequeñas pero al hacerlas a tope la cosa se complica soberanamente. El gemelo sigue tocado, pero no paro. A medida que pasan los metros me voy encontrando mejor y el dolor desaparece. Ahora los 2.5 kilómetros finales de carrera son de una vuelta al circuito inicial pero en sentido inverso. Voy bien, a mi ritmo, sin fijarme en nadie. Cuando queda poco para meta se pasa cerca de la pista de atletismo. Por ella veo a gente corriendo y pienso que al entrar en ella habrá que dar una vuelta entera para cruzar la línea de meta. Error. La gente que veía correr no estaban acabando la prueba sino que estaban empezando la carrera a pie así que de este modo me di de bruces con la meta y con la familia, y una vez más Valle más contenta que unas castañuelas me esperaba para que llegara a meta con ella de la mano. Pues que cosa más bonita. Al no esprintar en la última parte pensando que me quedaba algo más, me pareció llegar con fuerzas guardadas, pero de todas, todas, contento.
Finalmente hice 1:13:49 y en el puesto 107º de 600 corredores y el puesto 63º de grupo de edad, de 30 a 39. Por poco no fui un dos números…

Los primeros 5 kms los realicé en 19:39, o sea por debajo de 4 minutos el km y por ese tipo de terreno.
Los 16 kms de btt los hice en 44:02.
Los 2.5 kms finales en 10.09 algo más lento como era de preveer, pero solo unos segundos.